La asertividad es una habilidad social que consiste en tener una sana autoestima. Nos comunicamos con el entorno de una forma clara, franca, directa y concisa, sin herir los sentimientos de los demás y defendiendo nuestros derechos como personas. La asertividad se trabaja desde el interior de la persona. Es una habilidad que se entrena día a día.
Los rasgos de una persona asertiva son los siguientes:
«Una persona asertiva no tiene miedo a la hora de expresar su opinión. Sabe dialogar y llegar a acuerdos. Y lo más importante de todo es que respeta los derechos de los demás y pide que respeten los suyos»
Podemos aprender a ser asertivos y en este post te voy a explicar por dónde puedes empezar:
- Comienza con algo pequeño. …
- Empieza diciendo no. …
- Sé simple y directo. …
- Utiliza el “yo” …
- No te disculpes por expresar una necesidad o deseo. …
- Utiliza el lenguaje corporal y el tono de voz. …
- No tienes que justificar o explicar tu opinión. …
- Sé persistente.
Para poder ejercer la asertividad, tenemos que tener cierta capacidad de negociación. En la negociación se intenta conseguir lo que se quiere con el beneplácito del otro, dando por hecho que el otro también va a tener algunos beneficios.